sábado, 12 de septiembre de 2020

BATMAN CONDENADO RESEÑA

 

Se reabre la causa Azzarello—Bermejo por relecturas y nuevas evidencias. ¿Condenados o Salvados en la gloria de los imprescindibles del Caballero Oscuro?

Metáforas, alegorías, referencias pop y guiños filosóficos es donde se hallan las claves ocultas para tener en cuenta al abordar las obras cuyo eje central es la dualidad entre el Payaso y el Murciélago. Cara o cruz, júzgalo por ti mismo.                                       

Redactado por PabloVigliano y Oscar Bermejo Díaz.



Quizá dos de las novelas gráficas más polémicas en cuanto a su comprensión y valoración sean Joker y Condenado. Parte de la solución del misterio radica en que obliga a la relectura atenta y concentrada, ya que no son lo lineal y dinámicas que aparentan ser en un comienzo. El siguiente es un análisis sobre los puntos más importantes, recomendado para quienes quieran saber más después de sus lecturas, y una invitación a la relectura y reivindicación. ¡¡¡Atención Alerta spoiler en Alto Voltaje!!!

Si bien guardan independencia la una de la otra, el final de la segunda puede encadenarse al comienzo de la primera conformando un Ouróboros, oscuro círculo sin fin en donde la historia vuelve a empezar de manera lineal. O a la inversa. Porque lo que este tándem creativo explora muy bien es justamente las caras de la misma moneda que son el Joker y Batman. Y esa moneda es la locura.

Se dijo que Condenado es una obra auto conclusiva, se entiende sin leer ninguna historia más, pero debe tenerse en cuenta la conexión con el final de Joker, en el cual héroe y villano se enfrentan en uno de los puentes de Gotham. Además está allí Jonny Frost —fiel secuaz del Joker, y quien llegara a conocerlo más que cualquier otro, incluso más que cualquier psiquiatra de Arkham; es quien lo secunda como un Harley Queen, pero en versión masculina y sin romances— muere por disparos de su jefe, quien inmediatamente se enfrenta a Batman.


Luego alguien cae al río con las frases de Frost en esas páginas: “he visto una enfermedad. Una que lleva existiendo más tiempo que Gotham, la ciudad que ha infectado. Una enfermedad más antigua que cualquier ciudad, la misma enfermedad que eligió la primera… siempre habrá un Joker, porque no existe cura para él. Ninguna cura...sólo un Batman”.

La enfermedad de Gotham no es el Joker, sino Batman, porque su presencia es la que crea a los villanos. Y si Batman muere, ¿se acabará la enfermedad?, ¿o la locura y el caos de un Joker superviviente sería capaz de crear un Batman? En el enfrentamiento en el puente, Joker increpa a Batman: que no lo asusta, que él sabe que quiere que lo perciban como un monstruo envuelto en alas negras, pero que para él no es eso y se ríe, lo desafía. A su vez Batman le dice que deja parte de su rostro descubierto para reírse del Joker. Es un paralelismo de lo que son ambos, como si fueran parte de lo mismo y no pudiera existir el uno sin el otro, más allá de quién exista primero y creé a su alter ego. Representan un antagonismo de fuerzas, quizá un equilibrio.

La obra inicia y culmina con la enfermedad como premisa. La misma con que inicia Condenado, y que ya desde su primera página con una secuencia de las típicas líneas del quirófano nos dan a entender que: “separan el amor y el odio, la vida y la muerte, esa delgada línea es una cuerda que tendrás a lo largo de un desfiladero o un malentendido”. Es decir, que para convertirte en un villano como el Joker sólo se necesita un mal día. El encapotado recuerda que había un viejo chiste sobre una línea de luz. Referencia a La broma asesina.


La caída al infierno

Una caída, la misma caída que cuenta el Joker en su chiste en La broma asesina, lo que quiere indicar es que no son muy distintos Batman del Joker. Ambos tuvieron un mal día cuando fueron concebidos, Joker por la caída en el ácido, provocado por la muerte de su mujer, y Batman por la muerte de sus padres en el callejón. Ambos con angustias, tragedias y miedos a lo largo de sus vidas. Bruce también, sí. Se irá revelando una infancia triste y dramática para él que se desconocía.

Condenado es sobre la caída a los infiernos de Bruce, por dejar morir a Joker al dejarlo caer del puente. O bien, por dejarlo vivir, en una tesis que se explora al final de esta nota de análisis. Batman es condenado por su acto. Pero no lo sabe, no lo recuerda. Para eso deberá darse cuenta de lo que le sucedió, y el encargado de guiarlo en ese camino de puja de fuerzas —concepto muy repetido por diversos personajes a lo largo la obra— que se debaten por Batman, será John Constantine, el narrador protagonista de esta novela. Así como en Joker el lector siguiera paso a paso el camino de destrucción del villano, desde la perspectiva del secuaz Jonny Frost, en Condenado el lector cae a los abismos con Batman, desde la perspectiva de Constantine. Es una caída llena de trampas y donde lo que se ve no es lo que parece, vale recordar que Bruce está muy confundido e ignora qué pasó.

Bruce recuerda variados episodios de su infancia en los que siempre está solo, o peor aún, abandonado por sus padres inmersos en otros asuntos, lo cual funciona como un presagio de que se quedará solo tras el asesinato de sus padres. Aparece recurrentemente Encantadora, personaje místico que le hace presente a Bruce que ella representa el miedo.

La caída es un recurso que se repite: en un Flashbak del pequeño Bruce, su padre le lanza una moneda para que juegue y le deje tranquilo con su amante, y el niño casi cae de la torre por atraparla. Thomas reprocha a Bruce: “¿qué es lo que quieres, matarte?” Decisión que tomará al final del libro. Esa frase le atormenta y le mutila.

Batman, intentando recuperarse de la puñalada que Joker le impactara en el puente —se corresponde al final del libro Joker—, analiza sus heridas en la Batcueva y su ordenador le informa que el cadáver del puente está en la morgue, —que es el propio Batman, sin lugar a dudas, teniendo en cuenta el final del Tomo tres—, y un cadáver desconocido rescatado del río con ubicación desconocida —el cadáver de Frost, el ayudante que muere ejecutado por el Joker—, pero Batman ignora su destino y piensa todo el tiempo que el cadáver que la policía saca del río es el del Joker. Otro truco es que la sinopsis del libro afirma, en primera línea, que Joker ha muerto y Batman debe investigar quién lo mató. Tal premisa es un juego de detectives, tras la que Batman descubrirá por quien murió realmente y qué pasó con Joker.

Allí mismo sucede la polémica escena del desnudo, la cual es una metáfora a un Bruce tal como se encuentra en su interior: puro y desarmado. De repente su armadura, su traje, lo obliga a que revise en su cabeza para encontrar el cadáver con ubicación desconocida. El traje es un espíritu que quiere hallar su cuerpo. Bruce se asusta ante tal acontecimiento paranormal y cae ovillado al suelo.

Inmediatamente pasamos a la escena con Zatanna y Bruce caído en la calle. Ella le dice: “el alma es un rasgo puramente humano, lo que nos da la capacidad de mentir”, que es lo que está pasando constantemente a lo largo de todo el relato: mentiras, ilusiones, confusiones, de las que Batman no se da cuenta y el lector tampoco, y Constantine no dice nada. Sólo en consiguientes lecturas son posibles descubrir los indicios que fueran indicando el verdadero camino que sigue la historia encubierto.

Zatanna mezcla cartas en un juego donde pide a su público que no las pierdan de vista, curiosamente son tres, la misma cantidad de los supuestos cuerpos en el puente de Gotham: la trinidad del crimen. Como dicho al pasar, divaga sobre el alma como rasgo distintivo de los humanos frente a los animales, como si fuera un subtexto y mensaje para Bruce acerca de enfocarse en el cuerpo y el alma, representados en el juego de cartas, como si le hablara en indirectas.

Al final del Libro Uno aparecen cadáveres de nuevos crímenes con la firma de Joker, lo que es un indicio de que sigue vivo. Entonces, ¿de quiénes son los cadáveres del puente?...



Del mito de la caverna de Platón, al Pop y la religión

John Constantine acompaña a Batman al antro La Caverna. Allí hay un tipo que le puede ayudar en la investigación. Aquí hay una clara referencia a la filosofía de Platón sobre el mito de la caverna: una alegoría que se considera la más célebre de la historia de la filosofía,​ junto con la del carro alado.​ Su importancia se debe tanto a la utilidad de la narración para explicar los aspectos más importantes del pensamiento platónico, como a la riqueza de sus sugerencias filosóficas. Se trata, básicamente, de la descripción de una situación ficticia que ayudaba a entender el modo en el que Platón concebía la relación entre lo físico y el mundo de las ideas, y cómo nos movemos a través de ellos.

Platón crea el mito de la caverna para mostrar, en sentido figurativo, que nos encontramos encadenados desde que nacemos, y cómo las sombras que vemos reflejadas en la pared componen aquello que consideramos real. Una metáfora que nos intenta explicar la doble realidad que percibimos. Exactamente de lo que va la trama de principio a fin. Batman es un reflejo de Joker, cual espejo.

Allí se encuentra con Buster Blood quien le dedica una de sus rimas, en la que tratan justamente este tema. “La tumba que vosotros mismos os habéis cavado”, refiriéndose a Batman en su decisión en el Tomo Tres de dejar morir a Joker. “La fosa que no podéis llenar” —porque no tienen cuerpo— “y en la que seguís cayendo por igual por los bordes, unos encima de otros, como demonio se alzará. Bienvenidos a mi pesadilla” —a la de Batman—, “rodeados por aquellos que encarnan cuanto odio pasmados” —se refiere a los cuerpos que rodean al cuerpo de Bruce en la morgue—.

En ese momento aparece Harley Queen disparando, pero el Batman, y por ende el lector, ven que es el Joker. El Cruzado Encapotado lo castiga duro, mientras que en una viñeta aparece la anotación de una canción que se llama The sound of silence, de Simon & Garfunkel. La letra de la misma guarda relación con la dualidad de lo que le está pasando al Murciélago y cómo se encuentra aturdido y confundido, tanto como el lector que sigue al personaje protagonista, desde su punto de vista. Luego hay otra canción de Ramones a la que se hace referencia cuando Harley golpea con el bate a su rival, con lo cual las citas y referencias al Arte Pop, y no exclusivamente al mundo del cómic, complementan de significación esta obra.

Harley le pide a enemigo que siga golpeándola, porque sin el Joker ella no puede vivir. Acto seguido Batman se detiene, pero ella le inyecta algo para aturdirle. Harley no puede vivir sin el Joker, aunque sea en una relación abusiva y repleta de maltrato. Harley intenta abusar/violar a Batman, como se intuye que hace el Joker a Bárbara Gordon en aquella escalofriante escena de La broma asesina.

Condenado no tiene nada librado al azar, ni siquiera la portada que hace alusión a otro trabajo de este equipo creativo y en la que Bermejo representara otra dualidad, en Fuego cruzado.


Otro elemento que no debe pasar desapercibido, en medio de la vorágine, es la aparición, por segunda vez, de un vagabundo que pareciera tener todas las respuestas que busca el Murciélago. Sucede en la secuencia del incendio cuando el demonio Etrigan rescata a Batman, quien le indica a Constantine que ahí dentro hay un hombre (Dios)que tiene las respuestas que él necesita. El mago le dice que si le dieran “una moneda por cada gota de sangre derramada por las respuestas del hombre del incendio, sería rico”. Pues Dios esta omnipresente en el mundo.

Dictamen de sentencia: Condenado

Tener el control, intelectualmente, es un concepto que el ser humano entiende, pero que lo ciega. No representa nada de lo que pretende, y termina siendo lo que propició la caída —refiriéndose a la decisión de Batman de salvar al Joker—. En realidad lo que representa es el caos, un huracán eterno que sopla en todas las direcciones y que sin previo aviso puede irrumpir en nuestra vida y convertirnos en papilla contra cualquier cosa más fuerte que nosotros. Esa es la verdad, no hay que tener ningún control. Es una ilusión absoluta.

Quizás sean los que se aferran a esta idea quienes saben que jamás lo ha tenido —referencia a que Batman no ha tenido el control desde el momento en el que nace en el callejón tras la muerte de sus padres—.

Encantadora vuelve a aparecer, pero con aspecto de demonio, esta le recrimina que le prometió que lo que terminase, hecho estaría… Son las mismas viñetas del Tomo 1, pero allí Bruce es un niño cayéndose, y ahora es Batman cayéndose, de igual manera.

Batman aún no halla las respuestas que busca, y es Zatanna quien lo guía definitivamente hacia aquel momento crucial de su enfrentamiento contra el Joker. Podría, de esto, desprenderse una tesis más sombría y oscura basada en que Batman se suicidó. Él sabe que se está muriendo tras la puñalada mortal, pero aun así decide aceptar su destino para no ver lo que haría el Joker si sobreviviera a la caída. Batman se tira al río. Por tanto, los dos cuerpos caen al agua y el que queda arriba es el de Jonny Frost. Batman cae al agua y sufre una fractura en el cuello, de ahí que vea a sus padres decirle que está haciendo bien la investigación, y las manos esas que le agarran de los pies y tiren para abajo hasta ahogarlo.

El cuerpo que se mostró en el Tomo Uno cuando están Constantine y Batman en el hotel frente a la televisión, en apariencia es el del Joker, pero en realidad es el de Batman.

Al final del Tomo Tres, en la morgue, el vagabundo, que representa a Dios, le recrimina que debe pagar por su crimen: dejar con vida al Joker y él morir, siendo fiel a su principio de no matar y llegar a rebajarse al nivel del villano, para no convertirse en uno. Otra referencia a cuando Gordon en La broma asesina le pide que detenga a joker, pero que no rebase la línea de lo legal.

La otra interpretación es que Batman es condenado por dejar morir a joker. Condenado por asesinato, debido a lo que podría hacer el villano cuando él no estuviera y no tuviera control sobre el peor criminal de Gotham. Condenado por una cuestión de miedo y control. Aunque, al final, como Joker vive, tal vez Batman es salvado, en una paradoja increíble, porque no hubo crimen. La supervivencia de Joker podría decirse que salva a Batman.


Oscar Bermejo Díaz: No es Detective de Comics, aunque lo parezca, sino dibujante y artista. Investigador de la historieta y analista del texto y la narrativa visual — capaz de desentramar hasta los últimos detalles y con visión kriptoniana de rayos x, desde la composición de la página publicada, hasta sus cimientos cuando eran apenas bocetos—Habitante del Universo DC y contaminado por el gas del miedo desde que fuera un solitario niño viviendo en una oscura mansión, le envía cartas a esta Editorial desde su celda, cubierta de ilustraciones y ensayos de su autoría, en Arkham.    



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